…porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la Vida.
…ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella.
Mateo 7:13-14

 Aunque el camino a Casa se presenta claramente ante nosotros, el ego puede encontrar fácilmente diversiones, distracciones y baratijas para llenar nuestras vidas a lo largo del camino. Hace muchos años, mientras viajaba y daba conferencias, me quedé con una mujer (ya fallecida) en cuya casa todas las habitaciones estaban llenas de antigüedades, tanto que parecía una Tienda de antigüedades. “Esto es lo que sucede”, dijo, “cuando tienes mucho dinero y no puedes viajar”.

El plan de Dios es muy simple;

nunca es indirecto ni se derrota a sí mismo.

Dios no tiene otros pensamientos excepto los que extienden Su Ser,

 y en esto tu voluntad tiene que estar incluida.

(UCDM, T-21.V.6:1-2)

La auto extensión es el proceso continuo de la creación, en el que el Espíritu se extiende a si mismo, no en el espacio y el tiempo, sino más bien en una expansión interna de corazón-mente y una creciente conciencia de la guía de Dios en nuestras vidas cada segundo a lo largo del camino.

Muy al principio del Curso, en la sección que sigue inmediatamente a los 50 Principios de los Milagros, aparece una sección llamada “Tiempo, Revelación y Milagros”. Jesús no pierde el tiempo en llegar a las cosas importantes. La revelación es una forma de ver libre del ego. Representa un ‘ah ja’. Y cuando es lo suficientemente profundo, no solo un ‘¡ah ja!’, sino una risa homérica rodante y un ‘¡ah, ja, ja, ja, ja!’ Muchos de nuestros problemas, dice el Curso, se deben a que nos olvidamos reír y en realidad son absurdos vistos desde un punto de vista sensato.

La revelación induce sólo a la experiencia.

Los milagros, por otra parte, inducen a la acción.

(UCDM, T-1.II.2:3-4)

Un pequeño ejercicio para el nuevo año.

Puedes hacer este ejercicio en tu computadora cuando termines de leer esta pequeña epístola o encontrar un bolígrafo y una hoja de papel ahora. En la parte superior de la página, escribe: «Sería más feliz sí». ¿Si qué? En oraciones o frases cortas, escribe algunas cosas que creas que te harían más feliz.

Revisa la Lista.
Asegúrate de incluir algunas cosas de las que te gustaría estar libre, desde «cosas» literales hasta pensamientos y proyecciones negativas. Tal vez haya que hacer algo de limpieza en casa. Recuerda:

Todo el mundo tiene derecho a los milagros,

pero antes es necesaria una purificación.

Principio No. 7 de los 50 Principios de los Milagros

Tal vez podamos reducir algunas proyecciones dando un descanso a la política. Me gusta el dicho del científico alemán George Christopher Lichtenberg:

Nada es más propicio para la paz mental.

que no tener una opinión.

¿Hay alguien por ahí que creas que debería pedirte perdón? Si es así, invierte el proceso, acércate a ellos y pídeles que te perdonen. Esto funcionó bien cuando mi hija era una adolescente. Acepta a los demás como son, como te gustaría que te aceptaran a ti mismo. Hay mucha tranquilidad en la Lección 268:

Que todas las cosas sean exactamente como son.

Las generalizaciones no funcionan, por ejemplo, «Voy a ser más amable» no significa mucho. Perder peso, la resolución No. 1 para los Estadounidenses, puede hacerse específica. Pon un calendario en la pared sobre la báscula de tu baño. Toma nota de tu peso en el calendario todos los días aproximadamente a la misma hora. Si el peso sube, ¿por qué? Si baja, ¿por qué? Empecé este proceso hace muchos años y lo encuentro una forma simple y efectiva de mantener conciencia y equilibrio.

Todo el propósito del Curso es ayudarnos a encontrar Paz Interior. ¡Eso es todo! ¿Hay algo que desees más que Paz Interior? Si estás en paz, lo estás haciendo bien.

Di conmigo,

Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente.

Amorosamente, Jon

Tras las apariencias hay un plan que no cambia.

³El guion ya está escrito. ⁴El momento en el que ha de llegar la experiencia

que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado.

⁵Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto donde terminó,

desde donde podemos mirar hacia atrás e imaginarnos

que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo que sucedió.

(UCDM, L-158.4:1-5)