Hermano sol, hermana luna
La devoción por todas las criaturas vivientes, la eterna alternancia de los opuestos en el universo y la encarnación de la conciencia Crística son algunos de los temas de esta obra maestra del cine de despertar.
La película nos narra la aventura de transformación de San Francisco de Asís: su escape de la guerra, la renuncia a su historia personal, la intransigencia para levantar la Iglesia de San Damián de las ruinas, su relación santa con Clara, el encuentro con Inocencio III. Al igual que Jesús, este hombre íntegro nos recuerda por medio de la demostración que nuestro reino no es de este mundo. ¡Amén!
- Director: Franco Zeffirelli
- Año: 1972
- Duración: 135 minutos
Comentario sobre la película, brindado con 💖 por Héctor Cañón <eligedenuevoucdm@gmail.com>
(Transcripción de una charla)
Familia de Luz, este es el comentario de la película Hermano sol Hermana luna de Franco Zeffirelli. Empecemos por el título, más allá de la alusión directa que hay a la profunda relación que tiene este místico, este hombre despierto San Francisco de Asís, con todas las formas de vida, la película desde el título nos señala el principio masculino, hermano sol, principio activo y el principio femenino, principio pasivo, hermana luna del universo y de la existencia. El Tao siempre ha visto la trinidad como la eternal alternancia de las fuerzas activas y pasivas del universo.
Miremos un poco la idea de la guerra, San Francisco en ese momento es Giovanni, un alma vieja, pero lo que termina de catalizar su despertar, el empujón final, ese último paso del que nos habla Jesús en Un Curso de Milagros, que es dado por Dios cuando su hijo se dispone a recordar la voluntad de ser feliz, esta guerra es el catalizador, es el último empujón que le da la vida a San Francisco para despertar.
Es lo que le pasó a Arjuna, el discípulo de Krishna, en el Bhagavad-gita de las Escrituras Sagradas del vaisnavismo, es lo que le pasó al yogui Milarepa que tuvo una venganza familiar y mató a 35 personas antes de retirarse a las cuevas a reencontrarse con Dios, es lo que le pasó a Master Teacher, una mente iluminada a través de Un Curso de Milagros, en la 2da Guerra mundial y es lo que le pasó a San Francisco en estas guerras cruzadas. Tuvo que experimentarlas antes de sumergirse en su despertar y profundizar su experiencia de comunicación directa con Dios y con todas las formas que lo expresan.
Está esta hermosa escena, devastadora a la vez, en la que uno de sus amigos al ponerse la armadura dice: “si, la guerra es hermosa” y él, Francisco, al ponérsela se da cuenta que esa armadura es la máscara de la muerte y empieza como mencionábamos ese proceso del despertar de Francisco por medio del dolor, de la muerte, de la devastación, del asesinato que produce una guerra.
Podemos ver cuando Francisco y todos los jóvenes del pueblo se despiden, en el pueblo están en una fiesta y en todos estos rituales en que el obispo les echa sahumerio y la gente empieza a despedirlos, está esa música marcial y es lo que Jesús llama en Un Curso de Milagros los rituales de la muerte, cómo hacemos de la muerte, del dolor, de la separación un ritual que profundice para justificar en nuestras mentes la idea de que por medio de la guerra podemos obtener algo. Y en contraste a esto está cuando San Francisco experimenta toda la devastación de la Guerra, aparece ese caballo blanco, que es el símbolo de una figura sagrada que vence a las fuerzas negativas y es lo que hace San Francisco de Asís tanto como personaje histórico como en la película.
Veamos otros símbolos que vienen de la naturaleza teniendo en cuenta que Jesús en Un Curso de Milagros recurre tanto a las metáforas de la vida natural, de las expresiones de la flora y de la fauna, de los planetas, del universo, de las aguas, de los elementos para hacer metáforas acerca de la aventura de transformación, del despertar de la consciencia. Está esta hermosa escena en que Francisco ya despierto ve un pajarito en su ventana que está cantando y empieza a seguirlo, esto sucede en una ventana que está abierta y el budismo dice que la utilidad de los objetos la determina la forma y que su existencia la determina el vacío, y cita ejemplos como la ventana, la puerta, la vasija, la rueda que funcionan por la material que las constituye, pero realmente su existencia está determinada por el vacío y nos hace recordar esta hermosa imagen de Jesús cuando dice que un pájaro con las alas rotas ha vuelto a cantar, a vuelto a hablar y San Francisco al perseguir este pajarito por los tejados, se convierte él en ese pájaro cuyas alas rotas se han vuelto a desplegar y cuya canción ha vuelto a celebrar la existencia con gratitud a la fuente creadora de todas las formas de vida.
Están también esas imágenes del despertar de Francisco, esas praderas que él recorre de todos los colores, como decía Jesús en los Evangelios, ni siquiera el Rey Salomón con sus mejores vestidos pudo imitar la grandeza de esas flores y nos muestra que la oración para Jesús es el vehículo de los Milagros. En nuestro curso de despertar la oración es un estado mental, no es un estado de pedir cosas, sino un estado mental de celebración de la existencia, de ahí es donde me conecto con las fuerzas cósmicas que rigen el universo y me conecto como co-creador de ese universo con Dios, con la inteligencia universal, con la fuente creadora y es hermoso la relación que tiene Francisco con todas estas formas de vida, con las flores, con los insectos, con los pájaros, con sus hermanos y recuerda que Jesús de manera muy sutil a lo largo de Un Curso de Milagros te dice que el perdón, la liberación es con todos los seres vivientes y que todos los seres vivientes son tus hermanos y tus hermanas.
Miremos un poco la relación santa que hay con Clara de Asís, que es un personaje histórico que realmente hizo parte de esta experiencia mística que vivió San Francisco de Asís. Vamos al momento en que ella le dice: “la gente dice que estás loco, lo sabías?”, le pregunta. Él no tiene reacciones, no responde y ella más adelante le dice: “creo que antes sí lo estabas, no ahora”. Clara siempre, desde esa primera escena en que se encuentran con los leprosos, cuando ella cuida a los leprosos, en ese momento cuando Francisco aún no está despierto, aún se llama Giovanni, que era su nombre de pila, su nombre familiar, él dice que era extremadamente angustiante mirar a los leprosos. Desde ahí inicia esa relación santa en la que ellos se reconocen como hermanos y como parte íntegra de la creación, por medio de esa relación amorosa, en la que priman el perdón y la verdad.
Vemos enseguida la escena cuando él renuncia a ser el hijo de su padre en esta historia humana, cuando renuncia a todos los vestidos, cuando se desnuda y se despoja. Aunque el hecho sucedió, lo podemos ver como una representación maravillosa del deshacimiento. Recuerda que este camino de Un Curso de Milagros es el camino del deshacimiento del miedo, de despejar los obstáculos que me impiden experimentar la presencia del amor, el cual es mi herencia natural. Entonces más allá de los vestidos, él ahí se está despojando de su historia personal, de los condicionamientos de esa historia personal y de las memorias que tiene de ese camino para volver a nacer como lo dice al final de su famosa oración, cuando dice que es muriendo en la forma como se resucita a la vida eterna, entonces esa escena es la muerte de Giovanni, es la muerte de la identidad conceptual, es la muerte del ego y la resurrección de la vida eterna, el renacimiento de la esencia de quién es Francisco y el despertar de una consciencia, que es el despertar de la Filiación.
Veamos un poco a la iglesia en ruinas, San Damian, una iglesia histórica. Cuando él llega allí, está la iglesia totalmente en ruinas, pero también la imagen de Cristo y un Cristo liberado, no un Cristo sangrante ni sufriente y está esta pequeña veladora encendida frente a la imagen, lo que nos recuerda que la pequeña dosis de buena voluntad, esa pequeña chispa que a pesar de mi identidad conceptual nunca ha podido ser apagada y que una vez empieza a ser alentada y reconocida, está convocando a los grandes rayos de la existencia y de la Verdad.
Es maravilloso al referirse a esta imagen de Cristo en la iglesia de San Damián ver como toda la iconografía cristiana que usa la película libera a Jesús de la sangre, de esa crucifixión dolorosa, de la muerte y nos muestra un Jesús de múltiples rostros, un Jesús ecuménico y un Jesús que simplemente viene a recordarme que el Cristo está en mi y que yo tengo derecho a los milagros porque aún soy tal como Dios me creó y de este modo nos libera de esta imagen estandarizada del Cristo sangrante o la imagen estandarizada del Cristo rubio de ojos azules, hermoso dentro de ciertos cánones de belleza contemporáneos y nos ofrece un Cristo que está en todos los seres humanos y en todos los seres vivientes.
Esa idea la refuerza la película de forma maravillosa porque San Francisco de Asís en momentos cumbres de la película recurre a los sermones de Jesús, a la palabra de Jesús, pero no parece estar diciéndola de memoria, sino parece estar diciéndola desde el centro de su consciencia, cuando habla en el Vaticano, cuando se despoja de sus vestiduras allí en Asís, su pueblo, ante sus familiares y ante las autoridades, cuando habla con sus propios hermanos franciscanos, cuando habla con su hermana, su relación santa, Clara y es hermoso porque te reitera esa misma idea que se fortalece con la iconografía, que es el Cristo en ti el que está despertando, que ha llegado el momento de la sucesión y que como te dice el Maestro Universal, nuestro Salvador en Un Curso de Milagros, te dice; “tú puedes hacer milagros más grandes de los que yo hice”. De hecho lo vas hacer y los estás haciendo.
Podemos relacionar con El Programa de los 12 Pasos, el Paso 7 cuando nos dice: “humildemente le pedimos a Dios, a un Poder Superior que nos liberase de nuestros defectos”. Eso es indefensión, se refiere a lo mismo que nos habla Un Curso de Milagros. El entrenamiento mental en la Lección 134 me dice: permítaseme percibir el perdón tal como es. Esa humildad, esa indefensión, ese perdón que lo practica San Francisco de Asís y lo practican sus hermanos y hermanas, es el reconocimiento de que eres pleno, perfecto e íntegro tal como Dios te creo y es así mismo el reconocimiento de que tu voluntad es la misma que tu Padre tiene para ti, y es ser feliz, ser dichoso y estar en paz. Entonces es una práctica de la humildad íntegra de la indefensión, lo que hacen San Francisco y los otros miembros de su comunidad.
San Francisco no solamente tiene una relación santa con Clara o con los otros hermanos y hermanas mendicantes, sino su relación santa es con el instante santo, en cada momento, con el alimento, con las plantas y los animales, con la comunidad, incluso con el dolor de su hermano, cuando entra allí a las fábricas de su papá y libera a toda esta gente, la sana y después cuando regala los vestidos de su padre y se despoja o cuando va al Vaticano, o cuando se relaciona con el obispo Guido, que son momentos difíciles, siempre está en él el relacionarse no con otro afuera, sino con sus propias ideas acerca de lo que está sucediendo.
Quiero referirme a esa escena hermosa de la primera misa que hacen en la iglesia de San Damián una vez los franciscanos la levantaron de las ruinas y Clara de Asís va y pone este corderito pequeño en el altar, y recuerda que Jesús nos dijo que “el cordero de Dios quita el pecado del mundo” y simplemente es la representación de que la indefensión te libera a ti mismo y libera por lo tanto a toda la Filiación de la falsa idea, la equivocada idea, la errónea idea de que puedo ser como hijo de Dios un pecador.
Por ultimo, redondeando esa idea de la relación santa, de indefensión es el cierre de la película cuando él se reúne con el Papa Inocencio III, personaje histórico también, y no establece una dualidad, una batalla contra ellos, simplemente es honesto, cita a Jesús, cita que el reino de Jesús no es de este mundo, el reino de los Cielos está dentro de cada uno de nosotros y habla del despojo material en una época en que la historia está cambiando porque están empezando a nacer las ciudades, ya los únicos ricos no son los señores feudales, sino empieza a nacer la ciudad, la industria, los mercaderes y la iglesia en medio de toda esa situación, en medio de todo el poder que tiene, cae en ese juego insaciable de la riqueza material y Francisco lo cuestiona, pero lo cuestiona desde un lugar en su propia mente y es por eso que viene esta hermosa escena de perdón entre Inocencio, que representa a Dios para la iglesia tradicional, y San Francisco quien es la reencarnación de Cristo en la tierra y simplemente allí se unen esas dos formas en un acto de libertad y de reconocimiento de la integridad de la Filiación, de Dios y del universo.
Esa era una época en que San Francisco y varias otras órdenes mendicantes practicaron el despojo de lo material, como lo ha hecho el budismo, como lo ha hecho el jainismo, como lo ha he hecho Advaita Vedanta. Nosotros como estudiantes de Un Curso de Milagros somos libres de decidir, lo importante es el despojo de las ideas de separación, es la renuncia a las ideas de muerte, la renuncia a la imagen que tengo de ser un pecador en nombre de la Verdad, del amor, de la igualdad y de la integridad.
¡Gracias, Te amo!
INFINITA GRATITUD POR TU COMENTARIO QUERIDO HÉCTOR, HERMANO MAESTRO