«De la Visión Inocente al Despertar»

«Que se borre de mi toda culpa, que se borre de mi hermano también.

Que pueda contemplar su inocencia más allá de las apariencias,

más allá de las máscaras que para protegernos decidimos fabricar.

Que pueda contemplar su Verdad (la mía, que pueda contemplar mi Verdad… la suya)

que entienda que cualquier aparente ataque solo está reflejando un pedido de amor,

una súplica por el recordatorio de quien es o quienes somos en verdad.

Que no tenga que defenderme, que comprenda que solo ataca quien se ha sentido ofendido,

que no vea ofensa alguna (solo la inocencia detrás de un pedido de amor)

Que entienda que no vine aquí para sufrir,

que pueda aprender la lección del Amor y con dicha lección La Paz.

Que la alegría retorne a mí y a toda la filiación, que sepa que este mundo es falso y que a lo falso no he de darle valor.

Que nada de esto ocurrió, que estoy intacto en mi Ser real (en la eternidad de la que nunca me fui)

y que lo único que sana la herida de ausencia, es… recordar.

Que pueda volver a mi hogar, regresar a mi corazón que es mi hogar.

Retornar a mi esencia pura que es el Espíritu.

Que pueda vivir el sueño feliz y que éste me conduzca inevitablemente al despertar.

Mi visión de las cosas se ha purificado ahora…

puedo ver inocencia, puedo ver la esencia, puedo ver Amor

y en ese Amor persisto y permanezco durante todo el día.

Y en ese Amor me extiendo a mi mismo pues solo yo existo en la totalidad»

(Extracto de meditación Andrea Díaz Restrepo )