Recordando Quiénes Somos

“La luz, la dicha y la paz moran en mí”.

Lección 93 de UCDM

Un estudiante escribe sobre la oración anterior.

“¿Cómo puedo decir esto y creerlo si ésta no es mi experiencia?”

Puede que no parezca cierto y puede que no sea nuestra experiencia inmediata, pero se nos pide que afirmemos la verdad de esta lección porque es verdadera y puede ser la experiencia que tenemos cuando vemos desde una “perspectiva superior”. El ego no puede decir: “La luz, la dicha y la paz moran en mí,” ya que no puede alcanzar esa perspectiva. Sin embargo, la luz, la dicha y la paz moran en nosotros cuando las vemos en todos los demás.

Cuando «recordamos» algo, «recopilamos» lo que ya está ahí. De la misma manera, cuando dejamos ir el ego, simplemente «despertamos» a la conciencia de lo que es y siempre ha sido verdad. La conciencia de la expiación entonces es simplemente el reconocimiento de que la separación nunca ocurrió, lo cual es lo mismo que decir que el ego nunca ocurrió. Fue sólo un mal sueño y los sueños no tienen ninguna eternidad. En verdad, nunca salimos del Cielo. De la misma manera, cuando te despiertas por la mañana, ¿vuelves a la vida? No, siempre estuviste vivo. Por la noche en tu cama, tu cuerpo duerme, pero tú no eres un cuerpo.

“El cuerpo es sencillamente parte de tu experiencia en el mundo físico.”

T-2.IV.3:8

Por esta misma razón, la vida corporal diaria es un sueño mientras que el Cielo es una realidad Eterna. Piensa en tu infancia. ¿No te parece un sueño? ¿Cuán más cierto sería esto si ya no estuvieras encarnado en forma física sino en el Ser, el Espíritu que siempre has sido? ¡No hay tal cosa como la muerte! Sólo existe el abandono de la forma física, un despertar y el reconocimiento de que estábamos durmiendo y soñando.

El cuerpo es un límite que se le impone a la comunicación universal, la cual es un atributo eterno de la mente. (T-18.VI.8:3) ¿Qué sucede cuando somos liberados del cuerpo? ¿Qué pasaría si ya no estuvieras encarnado? ¿Cómo podemos saber la verdad cuando nos vemos como egos aparte confinados en formas separadas? A medida que la proyección genera percepción, crea la ilusión de una realidad tangible. Este mundo está lleno de reglas, regulaciones, rituales y puntos de vista restringidos fabricados por el hombre, los cuales promueven nuestros sueños. El Curso simplemente nos pide que “despertemos” y dejemos de volvernos a dormir.

Aquellos que tienen experiencias cercanas a la muerte a menudo hablan de la experiencia como si fueran un regreso a casa. Además, nadie que haya tenido una experiencia cercana a la muerte quiere regresar a la vida corporal, ya que la vida corporal se considera un confinamiento ya que no se puede trascender la piel. Un Curso de Milagros hace veinticinco referencias a la vida en este mundo como una prisión. Un Curso de Amor hace veinte referencias de este tipo. Todas las tradiciones místicas que conozco hablan de este mundo y de nuestra vida corporal en él como una escuela, un reformatorio o un hospital psiquiátrico. Por cierto, prescindir del cuerpo no te liberará de él. Abandonar la escuela nunca funciona. Nuestra tarea es graduarnos.

Una vez que hemos salido del tiempo, una vez que estamos en la eternidad, no hay necesidad ni deseo de ‘volver a dormir, ‘tal vez soñar’. No hay necesidad de convertirnos en actor en otro escenario más. En los sueños es donde están nuestras historias. Es donde está la ilusión. Morir no es más que despertar, darse cuenta de que uno “estaba” viviendo en un sueño y ahora está más “vivo” que nunca.

La conciencia dice el Curso simplemente representa una división en la mente que le dice al que percibe que lo que está frente a él es real. Esto es tan cierto para los insectos y los animales como para nosotros mismos. La conciencia representa un nivel particular de reconocimiento «objetivado» de tal manera que uno es consciente de lo que parece estar «afuera». Mientras tanto, Jesús nos dice: «El Reino de los Cielos está dentro de ti«, no en el cuerpo, no en los sentidos sino en el ojo de la mente. Realmente lo que se necesita es visión o revelación.

Por lo tanto, la lección 269 del libro de ejercicios dice,

“Mi visión va en busca de la faz de Cristo. “

El Curso nos pide que veamos un mundo perdonado,

en el que Cristo sea visto en todos.

¡No ataques al mundo!

¡No intentes arreglar el mundo!

Simplemente Ama y tú también serás sanado.

Profundizando más encontramos que

Hay más que espacio y tiempo.

Más bien hay una Eternidad siempre-presente.

Y una vida siempre placentera.

Amorosamente, Jon