"12 Cosas que No Existen" Según UCDM , Autor: Jon Mundy

«12 Cosas que No Existen» Según UCDM , Autor: Jon Mundy

12 Cosas que No Existen

Según UCDM

Existe	No Existe
Dios	Ego
Espíritu	Cuerpo
Eternidad	Tiempo
Unicidad	Separación
Amor	Miedo
Contenido	Forma
Creado	Fabricado
Verdad	Ilusión
Mentalidad Correcta	Mentalidad Errada
Cielo	Infierno
Inocencia	Culpabilidad
Vida	Muerte

Todo lo que es verdadero es eterno

y no puede cambiar ni ser cambiado.

El Espíritu es, por lo tanto,

inalterable porque ya es perfecto,

pero la mente puede elegir a quién desea servir.

T-1.V.5:1-2

Como sólo lo que es eterno es real. Cada una de las siguientes «cosas que no existen» está en relación directa con el tiempo. El tiempo en este mundo se define por el número de revoluciones que nuestro planeta da alrededor del sol en un año y el número de horas que tarda la tierra en girar sobre su eje en un día. Un año en Marte equivale a 668 días terrestres. No hay tiempo como tal en el Cielo donde no hay demarcación de minutos, horas y días.

El cuerpo no existe,

excepto como un recurso de aprendizaje al servicio de la mente.

T-2.V.1:9.

Los cuerpos no duran mucho. La vida corporal promedio de un estadounidense es de 77 años. En Inglaterra, 80, y en Japón 84. [Existe una relación directa entre el peso y la muerte.] Todos los cuerpos mueren y dejan de ser, cenizas a las cenizas, polvo al polvo. Aquellos que tienen experiencias cercanas a la muerte no quieren regresar diciendo simplemente que no quieren dejar el Hogar. El hogar se define como el Cielo.

El ego es la creencia de la mente

según la cual él tiene que valerse completamente por sí mismo.

T-4.II.8:4

El cuerpo es el hogar elegido por el ego y así como el cuerpo se va, así también se va el ego. No hay egos en el Cielo, el Cielo es un estado de una sola mente. No hay contradicción en la mentalidad uno. Eso sería imposible. El ego tiene miedo de morir porque el ego tiene miedo de que ese sea su final y el ego tiene razón, de hecho significa su desaparición — y los Espíritus se elevan.

El espíritu es eterno y nunca ha cambiado.

C-6.1.2

Muchas personas, especialmente aquellas que se acercan a la muerte, comienzan a decir: «Quiero irme a casa», antes de irse a casa. Hogar o Cielo es un estado en el que la Mente está en comunicación con todo lo que es real. Es por eso por lo que este mundo es un sueño. Los sueños son fantasía y no duran.

El ego no es más que una parte de lo que crees acerca de ti.

Tu otra vida ha continuado sin ninguna interrupción,

y ha sido y será siempre completamente inmune

a tus intentos de disociarte de ella.

T-4.VI.1:6-7

Todos somos hijos e hijas pródigos que han escapado de Dios en busca del especialismo del ego fuera del Cielo.

Antes de la separación los actos eran innecesarios

porque no existía la creencia en el tiempo y el espacio.

T-2.II.4:4

La Trampa de la Culpa

Al sentir que hemos hecho algo contra Dios, nos aferramos al pasado a través de la culpa. La culpa nos mantiene atrapados en el tiempo, incapaz de comprender que Dios no condena a sus amados hijos, ¡a ninguno! O, para expresarlo de otra manera, solo podemos ‘soñar’ que dejamos el Cielo, y soñar es solo ‘suponer’. Culparnos es una forma de aferrarnos al pasado en el presente, asegurando así la continuidad del ego. La inmoralidad no tiene nada que ver con limitaciones en el espacio/tiempo o un cuerpo; siendo la inmortalidad lo opuesto al tiempo. El tiempo pasa mientras la inmortalidad sigue siendo una constante.

Expresado de otra manera, todo lo que hay es Vida. La vida no comienza con el nacimiento de un cuerpo. La vida no termina con la muerte de un cuerpo. La vida, como el amor del que nace, es una presencia siempre constante. Ir al Cielo significa volver a casa mientras la experiencia mundana se ve cada vez más claramente como un sueño.

El Espíritu Santo es la llamada a despertar y a regocijarse.

El mundo está muy cansado porque es la idea del cansancio.

Nuestra jubilosa tarea es la de despertarlo a la Llamada a Dios.

Todos responderán a la Llamada del Espíritu Santo,

ya que, de lo contrario, la Filiación no sería una.

¿Qué mejor vocación puede haber para cualquier parte del Reino

que la de restituirlo a la perfecta integración que le devuelve la plenitud?

T-5.II.10:5-9

Di conmigo,

“Soy Espíritu.”

Amorosamente, Jon

Traducido por: Veronica Mejia Barney