Jnani, el sabio silencioso de Arunachala

Un Curso de Milagros y Advaita Vedanta, caminos de regreso a la no dualidad, comparten ideas esenciales en el método de entrenamiento mental para el despertar de la conciencia y en el marco teórico que lo envuelve.

700 años antes de la venida de Jesús al planeta Tierra, los rishis, obradores de milagros ancestrales, llevaron al Advaita Vedanta a lo que los estudiosos del tema han llamado la época dorada. Sin duda, Jesús bebió de esta fuente en su viaje por India, que está registrado en las bibliotecas de Tíbet. Este poderoso documental se centra en la vida de Ramana Maharshi, el sabio silencioso de Arunachala y sirve de puente a los estudiantes de Un Curso de Milagros para relacionar las dos corrientes místicas y para deshacer la idea del dogma y el sectarismo. Recuerda: la Santísima Trinidad es Santísima porque es Una.

  • Edición y guion: David Godman y Alan Jacobs
  • Año: 2016
  • Duración: 80 minutos

Comentario sobre la película, brindado con 💖 por Héctor Cañón <eligedenuevoucdm@gmail.com>
(Transcripción de una charla)

Ramana Maharshi es uno de los maestros ascendidos del Advaita Vedanta, corriente mística que nace en el año 800 a.de c. Advaita significa no dualidad. Vedanta se refiere a los últimos versos de los Vedas Upanishads que se ocupan del tema de la no dualidad.

Algunos investigadores dicen que Jesús estuvo en la India y bebió del budismo, existen libros en el Tibet que registran esta visita de Jesús. Para muchos practicantes orientales Jesús es el Maestro Universal, aunque ellos tengan otro maestro.

Al acercarme a Advaita Vedanta a través de lecturas, de este documental y de las obras de Ramana Maharshi y de Nisargadatta Maharaj que son dos de los últimos maestros ascendidos del Advaita Vedanta, pienso que Jesús si bebió del budismo y de otras tradiciones espirituales de la India como el hinduismo, pero que su principal descubrimiento allí fue el Advaita Vedanta. Un Curso de Milagros es también un camino de no dualidad; pero como dice Jon Mundy (erudito de UCDM): “el curso es más sofisticado porque incluye la filosofía, la psicología y el pensamiento occidental”. Jon dice que Jesús no hubiese podido descargar el curso a través de Helen y de Bill sin que Freud y Jung hubiesen dejado toda su investigación sobre el ego y el inconsciente colectivo.

Advaita Vedanta es El Curso de Milagros llevado a su absoluta simplicidad. A los puntos más simples y neurálgicos y a las piedras angulares del sistema de pensamiento del ego y del problema y del sistema de pensamiento del Espíritu Santo y de la solución.

En Advaita Vedanta existen tres pilares del despertar de la conciencia. El primero son las Escrituras, lo que para nosotros es Un Curso de Milagros. El segundo es el Conocimiento, lo que para nosotros es el libro de Texto, y el tercero es la Experiencia, lo que para nosotros es el Libro de Ejercicios. Advaita Vedanta es muy simple, hay una pregunta y hay una respuesta, ese es todo el entrenamiento mental. La pregunta es ¿Quién Soy? Y la respuesta es deshacerse de todas las respuestas conceptuales y llegar a la sensación y a la certeza del corazón de la única respuesta: Yo Soy.

En el libro de Un Curso de Milagros Jesús hace 2012 preguntas y todas tienen la misma respuesta. Él te pregunta ¿Quieres ser feliz o tener la razón? Tú a eso le podrías responder: Soy la Luz del mundo, Soy el Santo Hijo de Dios, Camino con Dios en perfecta Santidad… Si lo observas es el mismo método de autoinvestigación: una pregunta y una respuesta. El filósofo griego Sócrates, 400 años antes de Jesús, llamó a ese método mayeútica: el maestro, por medio de preguntas, lleva al estudiante de despertar nociones que están latentes dentro de su mente y su corazón.

Al camino de Advaita Vedanta los maestros lo llaman autoindagación, para nosotros se fusionan allí el perdón y el entrenamiento mental. ¿Qué estás haciendo al perdonar al mundo, cuáles son tus ilusiones, cuáles son tus sueños? No hay diferencia allí tampoco, Advaita Vedanta y Un Curso de Milagros comparten no solo el propósito mayor de recordar que Todo es Uno para Siempre, sino la esencia en el método y en marco de pensamiento que lo envuelve.

Un punto sumamente importante es lo que para nosotros es la Santísima Trinidad, que es santísima porque es Una: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En Advaita Vedanta se conoce como Brahma; el Padre, el principio creador de todo. El Ser, que es el Hijo. Y Atman; que es la vida, lo que para nosotros se conoce como El Espíritu Santo. De esta manera, nuestra Santísima Trinidad está perfectamente explicada en Advaita Vedanta.

La idea de la trilogía está presente en la matemática sagrada. El tres o La Santísima Trinidad está en todas las cosmovisiones. En El Tao, hay dos principios que se alternan en el universo, el Yin que es el principio femenino o pasivo y el Yang que es el principio masculino o activo. Esta aparente dualidad se resuelve en El Tao, al ser El Tao esa fuerza que permite el cambio externo, el equilibrio y la eterna alternancia entre los aparentes opuestos, que en realidad son complementarios. Esos dos principios no son diferentes ni son lo mismo, son Uno.

En el caso de Los Incas, ellos veían que todo el mundo era una relación de Yanantin; hombre – mujer, masculino – femenino, día – noche, adentro – afuera, blanco – negro, siendo esta la totalidad de la existencia humana, pero a su vez, también existía un tercer elemento misterioso e indescifrable, que permitían que esas dos fuerzas de Yanantin, de no dualidad, se equilibrarán y se alternarán eternamente. A este tercer elemento lo llamaron Chulla.

La trinidad hinduista o Trimurti, esta conformada por tres entidades; Brahma, que es el creador. Visnu, que es el que lo preservador y Shiva, el destructor, quien se alterna eternamente con Visnu para que Brahma siga en esa creación de la plenitud y del infinito.

Pitágoras, el sabio hombre místico y matemático de la Grecia clásica, una de las fuentes del ministerio de Jesús, decía que el tres era el número divino, el número celestial, el número de lo cósmico, del principio eterno, pleno, infinito e íntegro al que nosotros llamamos Dios.

Hemos hecho una analogía entre Advaita Vedanta, Un Curso de Milagros y otras propuestas espirituales. Todo es lo mismo, existen diversas líneas, pero siempre es la misma idea. Al mostrarte por ejemplo qué es Advaita Vedanta, el Budismo, el Zen o el Sufismo, la intención es invitarte a que no te hagas dogmático, sectario, ortodoxo. Tu camino puede ser el entrenamiento mental de Un Curso de Milagros, pero hay otros caminos y otras fuentes de sabiduría. Como estudiantes del Curso debemos ser humildes y beber de esas tradiciones místicas de todos los tiempos y épocas que no están en contradicción. Fuera del tiempo y del espacio Ramana Maharshi, Buda, Jesús están libres de la forma mientras que aquí se han hecho guerras por imponer una única verdad.

Es maravilloso cómo el documental nos muestra la iluminación espontanea de Ramana Maharshi, tenia 16 años y aún no estaba en un entrenamiento, aunque pertenecía a una familia de brahmanes dedicada al camino del despertar. Y aunque en su caso su despertar fue espontáneo, Él te propone la autoindagación para confrontar cada uno de tus pensamientos, entrando en el silencio y en lo profundo del Ser con toda tu dedicación. Me llama mucho la atención la relación de Ramana Maharshi con todos los seres vivientes, con las ardillas, los monos, los gatos, los perros y con la vaca Lakshmi, que asistía a todas sus sesiones de enseñanza a compartir la luz con Él.

También me llama la atención en el documental la búsqueda de la verdad de los dos hombres occidentales, maestros de Dios que tuvieron que cruzar a la India para hallar un camino de no dualidad como Advaita Vedanta. Nosotros somos afortunados al tener en la comodidad de nuestra casa las enseñanzas de no dualidad de Un Curso de Milagros sin tener que desplazarnos a ningún lugar.

Me gusta mucho la escena cuando dicen que Él está cantando el mantra de si mismo, y le dicen, bueno, tú eres Ramana Maharshi ¿Qué haces cantando tu propio mantra? A lo que Él responde: “Todos somos Ramana Maharshi porque sólo hay un Ramana Maharshi”. Es lo mismos cuando Jesús nos dice: “Todos somos Cristo”, al ser el Cristo la conciencia que se liberó de la forma por medio del reconocimiento del amor eterno dentro de su propio corazón.

Ramana Maharshi dice que la felicidad es nuestro estado natural, Jesús nos dice que la voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad. Ramana Maharshi define a Dios como aquello que es eterno, inalterable y luminoso, igual que como lo define Jesús en el Curso. Mi invitación es no al dogmatismo, no a las visiones ortodoxas, no a la limitación, no a las sectas excluyentes. Jesús nos dice: “una teología universal es imposible, pero una experiencia universal no solo es posible sino necesaria”. Mientras nosotros estamos aquí entrenando nuestra mente, al otro lado del mundo están cantando mantras y celebrando la vida, y son nuestros hermanos, somos nosotros mismos, la misma familia, la misma filiación.

Todo es uno para siempre.

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