El Mala de Dios, Mooji

El Mala de Dios es un regalo espiritual, una expresión del corazón rendido, lleno de oración, devoción y gratitud hacia el Supremo y aun así imbuido por el poder y la sabiduría implacables de la autoindagación.

Con profunda simplicidad, el Maestro Advaita Zen Mooji, desvela los caminos místicos más íntimos del corazón en oración e introduce de manera directa al Ser sin forma a aquellos que anhelan descubrir su verdadera naturaleza como Consciencia Dios-Ser. Bebe de su cáliz de amor y sabiduría mezclados por el dedo de Dios. Incluso una única oración plenamente asimilada es suficiente para liberar tu corazón en la infinidad del Ser.

Introducción

El Mala de Dios es más que un libro. Es la celebración del Dios vivo, una bendición hecha realidad para ser absorbida dentro del Corazón. El poder de la verdadera oración es estar en comunión directa con el Ser Único. Es descubrir, experimentar y empaparse de la verdad del Dios inmutable, para elevarnos sobre nuestra pequeñez y nuestra mera naturaleza carnal, ser confirmados en la dicha de la unidad con Aquel que está más allá del concepto de unidad y unicidad, y estar completamente inmersos en el Supremo.

Experimentamos a Dios intuitivamente como el centro más íntimo de nuestro ser. Dios es la vida misma y mucho más. Él es la totalidad de todo lo que existe, de lo que alguna vez fue y de lo que será: de lo potencial, lo revelado y lo realizado más allá de la separación. Todo es la Consciencia-Ser-Dios.

Para algunos, quizás suene contradictorio que uno que haya realizado la Verdad, el Ser-Dios, pronuncie algo así como una oración, o hable de Dios como de su Padre cuando él mismo es la propia esencia. Pero no es una contradicción; la oración de un ser despierto es una oración verdadera, pues nunca se aleja del Ser Único. Debido a su propia Unidad, al amor y a la dicha que emanan del corazón despierto, estas oraciones llegan al mundo como un regalo.

El Mala de Dios se brinda a todos los buscadores y devotos de la Verdad, pues el devoto debe desarrollar sabiduría y discernimiento, así como el filósofo debe desarrollar confianza, apertura, amor y entrega a lo Divino. El que ha realizado la Verdad no encuentra conflicto en sus innumerables expresiones, sino que ve la misma presencia del Único en todo.

Cuando el sabio reza, acércate a él, pues es pura expresión consciente venerando su Fuente. Sé absorbido en su Unidad. Él te introducirá a Dios directamente, pues su presencia irradia divinidad y es la mismísima encarnación de la Verdad. Cuando la mente-corazón se encuentra con esta presencia, el impacto es instantáneo y es bautizada de forma natural en la Consciencia-Ser no nacida.

Bebe de su cáliz de amor y sabiduría mezclado por el dedo de Dios. Incluso una sola oración totalmente absorbida es suficiente para liberar tu corazón en la infinidad de Ser. Embriágate tanto, que encuentres tu camino a casa sin un mapa. Adéntrate en este templo de vaciedad.

Fuente: Ediciones El Grano de Mostaza

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