No Tengo Que Hacer Nada

Trato con tu mente superior
la morada del Espíritu Santo,
tanto si estás dormido como si estás despierto,
al igual como tu ego trata con tu mente inferior,
que es su hogar.
(UCDM, T-4.IV.11:2)

Cuando la paz llega por fin

a los que luchan contra la tentación

 y batallan para no sucumbir al pecado;

cuando la luz llega por fin

a la mente que se ha dedicado a la contemplación;

o cuando finalmente alguien alcanza la meta,

ese momento siempre viene acompañado de este feliz descubrimiento:

“No tengo que hacer nada”.

 (UCDM, T-18.VII.5:7)

¿Has notado cómo al “cumplir” las órdenes del ego nos metemos en problemas mientras seguimos la guía de nuestra mente superior, “el hogar del Espíritu Santo”, y encontramos el camino a casa? El ego tiende a «exagerar» las cosas. Comer demasiado, beber demasiado, gastar demasiado y proyectar demasiado pueden causarnos problemas. Decir que no necesitamos hacer nada significa entregar la toma de decisiones al Espíritu Santo, ya que sólo entonces somos guiados en todo. He aquí algunas formas en las que el ego nos mete en problemas con gran facilidad

  1. No te Escondas

La negación es uno de los mecanismos de defensa más básicos del ego. La mayoría de la gente no es consciente del papel tan importante que juega la “negación” en nuestras vidas. Todos hemos estado negándolo durante tanto tiempo que ni siquiera sabemos que lo estamos haciendo. La naturaleza insidiosa de la negación es la negación de estar en negación.

  1. No Juzgues

Esta es una de las cosas que más nos cuesta no hacer, porque la mente del ego está “automáticamente preparada para juzgar”. El Curso dice: “El ego analiza; el Espíritu Santo acepta”. Según el Curso, los maestros de Dios no juzgan porque saben que no pueden juzgar. Juzgar es asumir una posición que no tenemos. Y la elección de juzgar en lugar de saber es la causa de la pérdida de la paz. (M-4.III.1:2)

 

Deja que él sea lo que es, y no trates de hacer del amor tu enemigo.

(UCDM, T-19.IV-D.13:8)

Dejar que otras personas sean quienes son es una de las cosas más difíciles de hacer para nosotros. Nuestro trabajo es simplemente amar al mundo, no arreglarlo. Pensar que podemos solucionarlo significa que creemos que sabemos “cómo” solucionarlo. Lo que hay que arreglar es nuestra percepción. Cuando miramos “todas las cosas” con amor descubrimos que simplemente no podemos juzgarlas.

La ira “nunca” está justificada.

El ataque “no” tiene fundamento.

(UCDM, T-30.VI.1:1-2)

 

  1. No Ataques

La palabra aquí es «nunca» —es nunca. Al ego le encantaría que dijera “a veces”, entonces podríamos debatir cuándo está justificado y cuándo no. Esto no significa que nunca debamos enojarnos. Simplemente significa que si lo hacemos, debemos darnos cuenta de que algo salió mal en nuestro pensamiento; de lo contrario, no estaríamos enojados.

 

Si atacas el error que ves en otro, te harás daño a ti mismo.

No puedes conocer a tu hermano si lo atacas.

Los ataques siempre se lanzan contra extraños.

(UCDM, T-3.III.7:1-3)

 

  1. No te Defiendas

Si alguien se te acerca y ataca tu cuerpo, automáticamente pondrás tus manos sobre tu cabeza para protegerte. Naturalmente, harás todo lo que esté a tu alcance para detenerlos. Decir no defender, significa no defender el tonto ego. Proteger el ego le otorga realidad. Esto no significa que no digas lo que es verdad. Si alguien dice que eres estúpido. Puedes dejar que eso te resbale sabiendo que no es cierto.

  1. No Juegues los Juegos del Ego.

Están sucediendo muchas cosas en el mundo de la política en este momento. Quedarse atrapado en un lado u otro es fácil, pero hacerlo también significa verse arrastrado por los sueños del ego sobre el mundo y la ilusión de que el sueño es real. Probablemente ya sepas por quién votarás cuando llegue el momento. Eso es suficiente. Una vez que vemos cómo el ego tonto juega sus juegos, nos damos cuenta — «No tienes que jugar». Niégate a ser parte de sueños aterradores, cualquiera que sea la forma que adopten. (T-28.IV.2:2). Es así de simple. Cuando veas sueños aterradores, no sigas el juego. Quedarse atrapado en el sueño del mundo es perder la propia identidad como un amoroso Hijo de Dios.

No te Escondas

No Juzgues

No Ataques

No te Defiendas

No Juegues los Juegos del Ego

La verdad es elemental. No entendemos este Curso simple porque significa el “deshacimiento” del ego y, sin embargo, perder el ego es no perder nada  –  en cambio, nos encontramos a nosotros mismos.

 

 

Amorosamente,

Jon

Traducido por: Verónica Mejía Barney

Entradas relacionadas:

Suscribir
Notificar de
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios