El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él.
1.Padre, prometiste que nunca dejarías de contestar cualquier invocación que Tu Hijo pudiera hacerte. 2No importa dónde esté, cuál parezca ser su problema o en qué crea haberse convertido, 3él es Tu Hijo y Tú le responderás. 4El milagro es un reflejo de Tu Amor, por lo tanto, es la contestación que él recibe. 5Tu Nombre reemplaza todo pensamiento de pecado, y aquel que es inocente jamás puede sufrir dolor alguno. 6Tu Nombre es la Respuesta que le das a Tu Hijo porque al invocar Tu Nombre él invoca el Suyo Propio.