1.¿Quién es mi hermano sino Tu santo Hijo? 2Mas si veo pecado en él proclamo que soy un pecador, en vez de un Hijo de Dios, y que me encuentro solo y sin amigos en un mundo aterrador. 3Mas percibirme de esa manera es una decisión que yo mismo he tomado y puedo, por consiguiente, volverme atrás. 4Puedo asimismo ver a mi hermano exento de pecado y como Tu santo Hijo. 5Y si ésta es la alternativa por la que me decido, veré mi impecabilidad, a mi eterno Consolador y Amigo junto a mí, y el camino libre y despejado. 6Decide, pues, por mí, Padre mío, a través de Aquel que habla por Ti. 7Pues sólo Él juzga en Tu Nombre.