1. Nadie desea el dolor. 2Pero puede creer que el dolor es placer. 3Nadie quiere eludir su felicidad, 4mas puede creer que la dicha es algo doloroso, amenazante y peligroso. 5No hay nadie que no haya de recibir lo que pida. 6Pero puede estar ciertamente confundido con respecto a lo que quiere y al estado que desea alcanzar. 7¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo aún lo siguiese deseando? 8Ha pedido lo que le asustará y le hará sufrir. 9Resolvamos hoy pedir lo que realmente deseamos y sólo eso, de manera que podamos pasar este día libres de temor y sin confundir el dolor con la alegría o el miedo con el amor.
2.Padre, éste es Tu día. 2Es un día en el que no haré nada por mi cuenta, sino que tan sólo oiré Tu Voz en todo lo que haga. aY así, Te pediré únicamente lo que Tú me ofreces y aceptaré únicamente los Pensamientos que compartes conmigo.