1. El Hijo de Dios no tiene límites. 2Su fortaleza es ilimitada, así como su paz, su júbilo y todos los atributos con los que su Padre lo dotó al crearlo. 3Lo que dispone con su Creador y con su Redentor se hace. 4Lo que su santa voluntad dispone jamás puede ser negado porque su Padre refulge en su mente y deposita ante ella toda la fuerza y amor de la tierra y del Cielo. 5Soy aquel a quien todo esto se le da. 6Soy aquel en quien reside el poder de la Voluntad del Padre.
2.Tu Voluntad puede hacer cualquier cosa en mí y luego extenderse a todo el mundo a través de mí. 2Tu Voluntad no tiene límites. 3Por lo tanto, a Tu Hijo se le ha dado todo poder.