LECCIÓN 154 Me cuento entre los ministros de Dios. 1. No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes. 2Ya hemos superado tales necedades. 3No podemos juzgarnos a nosotros mismos ni hace falta que lo hagamos. 4Eso no haría más que aplazar la decisión que tenemos que

LECCIÓN 153 En mi indefensión radica mi seguridad. 1. Tú que te sientes amenazado por este mundo cambiante, por sus cambios de fortuna y amargas ironías, por sus fugaces relaciones y por todos los “regalos” que te presta únicamente para más tarde quitártelos,

LECCIÓN 152 Tengo el poder de decidir. 1. Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su decisión. 2Nadie sufre dolor salvo cuando él mismo así lo decide. 3Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a menos que

LECCIÓN 151 Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios. 1. Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales. 2Eso no es juzgar. 3Es sólo una opinión basada en la ignorancia y en la duda. 4Su aparente certeza no es más que una

LECCIÓN 240 El miedo, de la clase que sea, no está justificado. 1. El miedo es un engaño. 2Da testimonio que te has visto a ti mismo como nunca podrías ser y, por lo tanto, contemplas un mundo que no puede ser real. 3Ni una

LECCIÓN 239 Mía es la Gloria de mi Padre. 1. No permitamos hoy que la verdad acerca de nosotros se oculte tras una falsa humildad. 2Por el contrario, sintámonos agradecidos por los dones que nuestro Padre nos ha concedido. 3¿Sería posible acaso que pudiéramos advertir

LECCIÓN 238 La salvación depende de mi decisión. 1. Padre, Tu confianza en mí ha sido tan grande que debo ser digno de ella. 2Tú me creaste y me conoces tal como soy. 3Y así, pusiste en mis manos la salvación de Tu Hijo y

LECCIÓN 237 Ahora he de ser tal como Dios me creó. 1. Hoy aceptaré la verdad acerca de mí mismo. 2Me alzaré glorioso, y dejaré que la luz que mora en mí irradie sobre el mundo durante todo el día. 3Le traigo al mundo las

LECCIÓN 236 Gobierno mi mente, la cual sólo yo debo gobernar. 1. Tengo un reino que gobernar. 2Sin embargo, a veces no parece que yo sea su rey en absoluto, 3sino que parece imponerse sobre mí y decirme qué debo pensar, cómo debo actuar y

LECCIÓN 235 Dios, en Su Misericordia, dispone que yo me salve. 1. Sólo necesito contemplar todo aquello que parece herirme y con absoluta certeza decirme a mí mismo: “La Voluntad de Dios es que yo me salve de esto” para que de inmediato